Llegar a acuerdos. Procesos que importan.
Minimiza el desgaste emocional y económico de las partes en conflicto.
La realidad compleja en que se mueve el mundo de las relaciones exige una solución personalizada.
Las fórmulas del proceso son variadas. Pero lo habitual, según el estado de la relación, suele ser comenzar con una sesión conjunta informativa, seguida de al menos, dos sesiones individuales, para a continuación pasar a negociar los acuerdos obligatorios que nos exige la legislación, si es posible, en sesiones conjuntas.
Lo más importante es asesorar a las personas, en esos momentos especialmente duros. Se hace necesario oír algunos consejos prácticos, tanto para afrontar ese presente inmediato y conseguir el Pacto de Relaciones Familiares, como para reconstruir adecuadamente el nuevo proyecto de vida que se abre ante sí.
Es importante no equivocar los objetivos prioritarios en los que centrar nuestra atención, y no dejarse arrastrar por sentimientos de culpa o agresividad.
Orientar a quienes se enfrentan a una situación de separación y/o divorcio, partiendo de la realidad en la que se encuentran, es una bella tarea que traerá sentido común al conflicto entre la pareja.
Las condiciones emocionales suelen estar un tanto alteradas, estabilizarlas, tranquilizarlas y encauzarlas, es una tarea difícil a veces, pero muy necesaria. Porque en esas circunstancias, el proceso de separación o divorcio, exige que se alcancen unos acuerdos importantísimos, a corto y medio plazo.
Dichos pactos, se expresarán en un documento denominado, en Aragón, Pacto de Relaciones Familiares.